Vuelta a lo básico: Formularios
Tarsis.net, 11 de marzo de 2014
Quince años después de la popularización de la web, aún nos sigue sorprendiendo cómo tantas empresas en España utilizan de forma tan pobre una herramienta tan básica e importante.
Aun en el tiempo de las redes sociales, muchos de los recursos que las empresas emplean en los medios sociales van dirigidos a conseguir atraer a sus posibles clientes a su web (lo que se conoce como inbound marketing). Lo más probable es que, tras contactos informales a través de redes sociales, búsqueda de referencias sobre nuestra empresa y navegar por nuestra web, un posible cliente acabe rellenando algún tipo de formulario web que inicie la comunicación con nuestra empresa. Los formularios web son la vía por la que se establece la relación con clientes o posibles clientes de una manera que formaliza la posible relación. Es el primer paso manifiesto en un proceso de compra, o un contacto formal con un cliente establecido, según el caso. Esto puede parecer algo demasiado obvio, pero en el mundo real, observando los sitios web de muchas empresas españolas, no podemos dejar de notar que, incluso si es patente que la empresa ha dedicado un considerable esfuerzo para dotarse de un sitio web bien construido y una presencia sólida en medios sociales, ese camino que abre la vía al contacto formal con un cliente o posible cliente tiene demasiadas veces un final nada acorde con el esfuerzo invertido y el objetivo buscado. Más claro: muchos de los formularios web que podemos observar en las webs de muchas empresas, y los procesos asociados con ellos están fatalmente mal hechos y mal manejados, dando una pobre imagen de nuestra profesionalidad y de lo que valoramos el contacto con esos clientes. Es decir, invertimos esfuerzos en generar leads de negocio, pero no rematamos bien el trabajo, dando al traste con el esfuerzo invertido. Un verdadero desastre en cualquier momento, pero especialmente en tiempos que no permiten algo así.Sitios web profesionales, orientados a negocio. Contacte con nosotros.
Los diez pecados capitales
He aquí una lista de los pecados capitales que observamos en muchos de los sitios web de empresas españolas:- Carencia de formularios. Es sorprendente la cantidad de pequeñas empresas que aún pretenden mantener el contacto sin un formulario, recurriendo a un simpre enlace a una dirección de correo (mailto:). No sólo este mecanismo no permite la normalización de la entrada de información (¿qué datos le pedimos?) sino que la tendencia en el uso del correo electrónico ha sido durante años el uso creciente de clientes de correo web (webmail). ¿Cómo se espera que un enlace de este tipo lleve a una comunicación eficaz?
- Formularios que no funcionan. Un posible cliente se toma la molestia de indagar sobre nosotros, de rellenar un formulario en el que tiene que ponernos sus datos y… al enviar el formulario se nos ofrece un error de página no encontrada. ¿De verdad podemos permitirnos eso?
- Formularios mal construidos. Formularios demasiado largos, que no indican cuáles de los campos son opcionales, con un orden incorrecto. Cada dato extra que pedimos a un contacto nos aleja del momento en que éste hace clic en el botón de enviar. Pedir demasiados datos o crear cualquier tipo de fricción en ese proceso es siempre contraproducente.
- Falta de especialización de los formularios. Un único formulario para servir a todos los propósitos del sitio sería algo estupendo desde el punto de vista del mantenimiento del sitio web, pero es algo sencillamente irreal. Si tenemos diferentes tipos de bienes y servicios que vender, tráfico de diferentes sitios, diferentes campañas, cada una de esas posibilidades de negocio deben ser atendidas por un formulario especializado, pensado siempre para optimizar la conversión.
- No se verifican los campos. Pedimos datos a nuestros visitantes, pero no nos tomamos la molestia de hacer la comprobación de que una dirección de correo electrónico realmente lo sea. La adquisición de datos de calidad baja da origen a bases de datos de calidad pobre. No cometa ese error porque los datos con los que trabaja son con frecuencia cimientos sobre los que construir su negocio.
- Falta de registro del origen del tráfico hacia el formulario. Sin una analítica del origen del tráfico que potencialmente genera negocio, ¿cómo piensa que puede dirigir sus energías para hacer crecer su negocio la próxima semana, el próximo mes, el próximo año? ¿Cómo sabe dónde tiene que anunciarse, dónde escribir, en qué red social se generan los lead más interesantes?
- Carencia de referencia en la solicitud de información. Usted no necesita disponer de un software CRM o un helpdesk para que cada solicitud de información que le llega disponga de una referencia única que la identifique, sirva a su personal para gestionar la petición más eficientemente y dé a su negocio la imagen de profesionalidad que usted busca. Es sencillo de resolver técnicamente y su imagen se lo agradecerá.
- Solicitudes de información que se contestan tarde o no se contestan. Si sus formularios de contacto se responden más allá de las primeras 48 horas o no se responden en absoluto, usted no sólo ha perdido una oportunidad de negocio presente, sino que probablemente ha perdido también cualquier oportunidad futura. Algunos expertos incluso le dirán que el límite no son ya 48 horas, sino 24.
- Respuestas que perjudican la imagen de la empresa. Una respuesta con mala ortografía, que no ofrece la información que el cliente ha pedido, que llega al interesado con un Asunto del mensaje mal pensado o procede de un Remitente que no está adecuadamente identificado puede producir tan mal efecto como no responder a una solicitud. ¿Sabe usted cómo están siendo respondidas las solicitudes de información de su empresa?
- Respuestas hacia una vía muerta. La respuesta a una solicitud de información debe llevar idealmente a una transacción comercial, o dejar al menos abierta esa posibilidad para más adelante y alimentar la relación con el posible cliente para ofrecerle civilizadamente nuestros servicios en el futuro. Sin embargo nos encontramos demasiadas veces cómo respuestas a estas solicitudes son manejadas por alguien no entrenado para sostener y nutrir esa relación, que tan sólo busca responder a cuantas más solicitudes en el menor tiempo posible, sin complicarse la vida. Si un contacto advierte consciente o inconscientemente desgana o inconcreción en la respuesta cuando aún no se ha convertido en cliente, ¿qué puede pensar que ocurrirá cuando haya ya contratado con nosotros?