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Por qué utilizar email marketing además de las redes sociales

Tarsis.net, 5 de noviembre de 2021

Email marketing vs redes sociales

Su empresa ha invertido durante años cientos o miles de horas, puede también que un cierto presupuesto, en crear una presencia en redes sociales, así que ahora mantiene principalmente comunicación con sus clientes y prospectos a través de esa vía. Pero de repente la red social se cae durante horas; o le impide publicar porque la arbitrariedad del algoritmo ha determinado que está contraviniendo sus políticas de uso; o peor, un día su cuenta está deshabilitada y el contacto con sus clientes, tan largamente trabajado, ha desaparecido de un plumazo. Es hora de sacar conclusiones.

ACLARACIÓN: De acuerdo a nuestra filosofía de apuesta por una Internet abierta, ajena a intermediaciones y a silos de información y participación, Tarsis.net nunca ha tenido presencia en Facebook, Instagram o Whatsapp, y por tanto no hemos tenido que sufrir en carne propia los casos a que se hace referencia en este artículo. Clientes nuestros sí han sufrido estos casos y las consecuencias para sus negocios. Tarsis.net mantiene cuentas en Twitter y Mastodon, persiguiendo los fines que se declaran en el artículo.

Es un riesgo al que se enfrenta cualquier persona u organización que acepte que haya un intermediario entre ella y aquellas personas con las que quiere conectar. Si busca en Internet encontrará numerosos casos en los que una red social ha retirado la publicación de una entrada porque ha creído descubrir una imagen inapropiada o un texto con un contenido pretendidamente discriminatorio. No había nada de eso, pero esto puede ocurrir en medio de una campaña cuidadosamente planificada y programada, que queda rota por obra y gracia de un algoritmo histéricamente quisquilloso.

Y sin duda tampoco le costará encontrar casos de pesadilla en los que una empresa ha desarrollado su presencia social durante años y, una vez creada la audiencia, un buen día por la mañana se encuentra con que la cuenta está suspendida, su audiencia perdida y la comunicación interrumpida. ¿Quién se hace cargo de los daños por lucro cesante? ¿Quién puede confiar en reconstruir esa audiencia para que pueda ser destruida una vez más por criterios arbitrarios? ¿Y si cambiamos a otra red social, qué garantías tenemos de que no nos ocurra lo mismo?

Eso sin mencionar la reciente caída, el 4 de octubre de 2021, de Facebook, Instagram y Whatsapp (todos propiedad de Facebook Inc.) que dejó sin servicio a sus 3.500.000.000 de usuarios durante horas.

Esto es lo que cabría esperar por cualquiera que no sea propietario del canal de comunicación con sus clientes. Usted ha hecho una apuesta tácita con Facebook, o con Twitter o con Instagram, y con ello ha vendido su alma al diablo. Ahora depende de ellos, de sus servicios, de sus políticas, de sus algoritmos. Vaya usted a reclamar, porque sus servicios se prestan, en teoría, de forma gratuita.

Naturalmente nada de esto es cierto, porque el precio que se paga es que las redes sociales acumulan información sobre usted y el resto de usuarios hasta un extremo delirante. Pero volvamos al caso que nos ocupa: usted no tiene el control de la comunicación con sus contactos.

¿Alguien puede pensar en serio que esta situación es aceptable para cualquier necesidad de comunicación? ¿Puede una empresa hacer depender su comunicación de otra, máxime cuando sus intereses pueden chocar con los nuestros? ¿No puede? Piense en los intereses que tiene quien vive de vender publicidad y se dará cuenta de que sí es así. No se engañe, Facebook no tiene como misión hacer un mundo mejor ni facilitar la comunicación permanente entre todos los habitantes del mundo. Su objetivo es vender publicidad y datos a terceros, ganando con ello dinero a espuertas. Ellos poseen el canal de comunicación, administran la publicidad y usted juega con sus reglas.

Así que piénselo. ¿De verdad está dispuesto a poner todos los huevos en la misma cesta? ¿En la cesta ajena de quien juega con sus intereses? Es un flaco favor para el futuro de su empresa. Hace unos meses discutíamos esta situación en nuestro artículo «El caso de la soberanía tecnológica de las empresas».

¿Qué razones tengo para hacer un esfuerzo en email marketing? ¿No tengo la comunicación resuelta con las redes sociales?

No se trata de negar el alcance de las redes sociales. Si nos atenemos a los hechos, es mucho más probable que usted proyecte su negocio a través de redes sociales que por otros canales, dado que es allí donde se mantiene la conversación.

Sin embargo, los argumentos anteriores demuestran que no se puede dejar que sean las redes sociales las que mantengan la sartén por el mango. No es saludable. Por tanto ¿cómo compatibilizar una cosa con la otra?

  • Cree una lista de correo electrónico. Una lista de correo electrónico es un capital para su empresa. Le pone en contacto con sus clientes y prospectos directamente, sin intermediaciones ni arbitrariedades. Usted, y no un tercero, es quien posee los datos de contacto de sus clientes y prospectos. Naturalmente usted tiene que cumplir con los requisitos legales (RGPD/GDPR), pero puede dirigirse a ellos siempre que quiera y en sus propios términos, sin limitación de formato, ni de contenido. Piense que hay más usuarios de correo electrónico que de Facebook, y que el correo electrónico es especialmente más relevante en el mundo B2B.
  • Utilice sus redes sociales para atraer suscriptores a su lista. En sus publicaciones en redes sociales, incluya con frecuencia un enlace a la página de suscripción de su lista para adquirir nuevos contactos, y utilice la lista para mantenerlos informados, para hacerles ofertas especiales de descuento o promociones especiales para suscriptores. Esa lista permanecerá con usted como un elemento de comunicación valiosísimo, no importa cuál sea el destino final de Facebook, de Twitter o de Instagram.
  • Los contactos de una lista de correo electrónico son de alta calidad. Mientras que seguir a una cuenta en redes sociales representa el mínimo esfuerzo de un clic, la suscripción a una lista de distribución requiere más pasos, más esfuerzo y por tanto revela automáticamente un mayor interés por su marcha, sus productos o servicios. Los contactos de su lista son contactos de alto valor de negocio. En una red social es muy probable que entre el 30 y el 50% de sus seguidores sean bots. Hay una gran diferencia.
  • A diferencia de las redes sociales, no estará atrapado. Si su proveedor de email marketing no funciona como a usted le gustaría, puede llevarse su lista a cualquier otro proveedor y seguir al habla con sus contactos transparentemente, algo que no puede hacer con una red social.
  • Si sus redes sociales sufren alguna catástrofe, su lista estará siempre ahí. ¿Le han cerrado la cuenta? Al menos usted cuenta con un respaldo para mantener la comunicación con sus contactos más fieles, una retaguardia segura a partir de la que poder seguir construyendo. Puede pensarlo como una especie de copia de seguridad de las relaciones de su empresa.

Como verá, no es una estrategia difícil de poner en marcha, pero sí es una que le proporciona una mayor seguridad a su negocio. Piénselo bien y se dará cuenta de que la comunicación de su empresa es demasiado importante como para dejarla en manos de otros.

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