Apps móviles contra Web apps
Tarsis.net, 10 de diciembre de 2019
Han pasado ya años desde la explosión de las aplicaciones móviles que siguió a la popularización de los teléfonos inteligentes. Cada empresa, cada proyecto, cada producto creía necesario disponer de su propia aplicación móvil para estar presente en el panel principal del teléfono de su público objetivo.
Pasada la fiebre, comienza ya el reflujo de la aplicación móvil y se puede aspirar a juzgar las cosas con la cabeza más fría, y comparar sus efectos con aquella tecnología a la que pretendía desbancar: la web.
Hoy en día asistimos a una situación diferente, en la que muchos proyectos de presencia online están replanteándose la conveniencia de una y otra solución para proyectar sus servicios de la forma más eficiente, económica y sostenible.
¿Qué es una aplicación móvil?
Las aplicaciones móviles son programas desarrollados para ejecutarse en un dispositivo móvil, en un sistema operativo determinado (iOS, Android), que pueden interactuar con un servidor remoto, y que están escritas en un lenguaje de programación ajustado al sistema operativo en concreto. Si el sistema operativo es iOS, el lenguaje de programación será Objective C o Swift; si se trata de Android probablemente su lenguaje de programación sea Java, aunque hay también algunos proyectos que están utilizando Python. Siendo el propio dispositivo móvil el que se ocupa de la mayor parte del proceso y estando desarrolladas e instaladas en el mismo, estas aplicaciones se conocen también como aplicaciones nativas.
Cualquiera que haya utilizado un ordenador de sobremesa puede pensar en una aplicación móvil como en un programa de los que se instalan en el ordenador. Naturalmente, y al igual que ocurre con estos, la aplicación es necesario instalársela, y después es necesario mantenerla actualizada regularmente si se quiere disponer de sus últimas funciones y mejoras de seguridad.
La distribución de una aplicación móvil se realiza a través de una tienda de aplicaciones (App store), que está controlada por el desarrollador del sistema operativo (App Store de Apple o Google Play). Por tanto, el desarrollador de la aplicación estará sometido a los criterios que el propietario de la tienda tenga en ese momento (no son raros los artículos sobre aplicaciones que desaparecen de repente de una tienda por prohibición administrativa), y el mantener una aplicación en una de estas tiendas puede suponer un coste mensual regular.
Si se quiere disponer de versiones tanto para iOS como para Android, es necesario mantener una doble base de software, un doble mantenimiento y una doble distribución. Además, los dispositivos móviles que vayan quedando antiguos pueden dejar de ser capaces de ejecutar las aplicaciones.
¿Qué es una aplicación web?
Una aplicación web consiste en una o más páginas web a las que se accede desde el navegador de un dispositivo móvil.
Una de las consecuencias de que la aplicación se ejecute dentro del navegador es que no necesita ser instalada en el dispositivo, pero también que nunca tendrá que ser actualizada (el servidor web siempre ofrecerá la versión vigente).
Existen una serie de extensiones de HTML, JavaScript y CSS que permiten que una aplicación web tenga acceso y pueda desenvolverse bien cuando está siendo ejecutada en un teléfono móvil, accediendo a la mayor parte de sus subsistemas (cámara, micrófono, GPS, giróscopo, acelerómetro, magnetómetro, etc.) y funciones. Este tipo especial de aplicaciones web suelen conocerse como Single Page Applications (SPA), Progressive Apps (PWA) o Aplicaciones Híbridas, ya que no sólo tiene que atender a las capacidades del servidor web involucrado, sino también a las funciones del teléfono que sean accesibles al navegador.
La ambición de toda aplicación web para móviles es emular en todo lo posible el comportamiento de una aplicación móvil nativa, tanto en el aspecto, como en la accesibilidad, como en el rendimiento. Normalmente estas aplicaciones pueden integrarse con la misma apariencia que una aplicación nativa, el acceso a los subsistemas del teléfono no es tan completo como en las aplicaciones nativas, y su rendimiento es ligeramente más lento, aunque la tendencia actual es a que esa diferencia desaparezca.
Las aplicaciones web son agnósticas respecto al sistema operativo, porque utilizan las características de los navegadores móviles, que están razonablemente estandarizadas. Una única base de software, que reside únicamente en el servidor, es suficiente para atener a cualquier sistema operativo; es más, una aplicación de este tipo bien hecha puede ser ejecutada en dispositivos móviles más antiguos, si el desarrollo web se ha hecho con la compatibilidad en mente.
Competencia de tecnología y de filosofía
Inicialmente la diferencia entre la tecnología de aplicaciones nativas y las aplicaciones web tenía una base objetiva en la diferencia de capacidades de rendimiento y acceso a los subsistemas del dispositivo. Las aplicaciones web, que procedían del entorno de escritorio, no habían evolucionado aún para ser eficientes dentro del entorno móvil. Se trataba de un hecho incuestionable.
El paso de los años ha acortado tanto esa distancia que no hay duda de que para muchas organizaciones la tecnología web móvil es una alternativa mucho más atractiva.
Hay proyectos en los que existe una razón técnica que justifica la opción de la aplicación móvil, como es el caso de aplicaciones que hacen un uso muy intensivo o muy específico de los subsistemas del teléfono, pero éste no es el caso en la mayor parte de los proyectos.
Ventajas
APPS MÓVILES
- Interfaz de usuario nativo del sistema operativo.
- Mejor rendimiento en algunos casos.
- Acceso completo (tras concesión de permisos) a los subsistemas y funciones del teléfono).
WEB APPS
- Tecnología abierta.
- Un único desarrollo para cualquier sistema operativo y versión.
- Desarrollo más fácil de mantener.
- No requiere instalación en el móvil.
- No requiere actualización de la app.
- Puede funcionar en móviles antiguos.
- No depende de ninguna App store ni supone un coste regular.
Desventajas
APPS MÓVILES
- Tecnología propietaria.
- Desarrollo y mantenimiento de una versión para iOS y otra para Android, con unos mayores costes en ambos conceptos.
- Sometimiento a las condiciones de la app store (posible coste mensual).
- Los usuarios deben actualizar la aplicación.
- Las aplicaciones pueden dejar de funcionar en teléfonos antiguos.
WEB APPS
- En algunas circunstancias una experiencia de usuario más lenta y no exactamente nativa.
- En aplicaciones especiales una aplicación web puede no tener acceso a algún subsistema del teléfono.
Conclusiones
Conocemos casos de empresas que se han inclinado inicialmente por la creación de aplicaciones móviles y la realidad les ha llevado a virar 180° y encaminar sus esfuerzos hacia la tecnología web, que es abierta, accesible y fácilmente mantenible.
Además de los argumentos expresados anteriormente, la práctica ha demostrado que en determinados negocios el atractivo del uso de una aplicación no justifica al usuario la molestia de instalarse la enésima aplicación.
Por ejemplo, en el sector turístico, un hotel puede disponer de una aplicación que sirva para llevar a cabo la mayor parte de las interacciones entre el hotel y el huésped, pero ¿se instalará éste la aplicación para las pocas noches que va a pernoctar en él? La experiencia ha demostrado que hay una inflación de aplicaciones para todo, y que éstas constituyen un trabajo en sí mismas, cuando no un riesgo de seguridad. Otra más en la larga lista de tareas del día.
¿Por qué no simplemente acceder a la web del negocio con el que nos relacionamos y operar sencillamente, sin más complicaciones, sin molestias actuales o posteriores, y sin las desagradables implicaciones de seguridad que puedan derivarse de ello?
No ocultamos en absoluto nuestra marcada preferencia por las tecnologías web, por el espíritu original de universalidad del acceso y de democratización de la tecnología que ha supuesto en las vidas de todos, sea cual sea el dispositivo de nuestra preferencia. La alternativa son las tecnologías cerradas, los silos de usuarios y el sometimiento de las personas a los intereses de los grandes actores. ¿A quién podría interesarle esto?
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